Un agradable desafío a la muerte

En mi primer paso por Pasamayo sentí una atracción por mirar al mar, ver los abismos que rodean ese camino de aproximadamente 20 minutos que uno tarda en recorrerlo, son esos minutos que me cautivaron. Las historias de accidentes, las almas que vagan por esa ruta me tientan en volver a pasar de nuevo por allí. Existe en ese tramo de la carretera Panamerica Norte esa sensación de muerte, de misterio, ver el mar infinito, las olas que golpean los peñascos que sobresalen, la arena que erosiona las paredes rocosas y en otras la misma arena es como un cuchillo para mantequilla que elimina todo abultamiento sobre la superficie también de arena. Cada curva de esa carretera es un desafio a la muerte. La sensación aumenta de noche, ves las luces en contras de los otros autos, ves la muerte que te ilumina la cara.


Una sensación de alivio se puede sentir cuando vas bajando hacia el peaje de de Pasamayo y ya puedes ver el balneario de Ancón, ya sabes que estas en casa, ya sabes que sigues vivo.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo eh pasado muxas veces por ahi. La sensación de caerse cuando vas por la orilla es emocionante, en especial en las curvas o cuando se te cruza un trailer enorme.
Ir de noche me parece toda un hazaña para el conductor @_@. Algún día me tocará T_T