En muchas ocasiones nos llenamos de malos sentimientos inconcientemente, cuando nos damos cuenta nos hemos convertido en unos monstruos totalmente desconocidos ante nosotros mismos. Los peores sentimientos se apoderan de nuestra persona y nos impulsan a hacer cosas que no sentimos realmente. Quizás el rencor sea uno que hace que guarde este sentimiento... mezclado con un leve remordimiento y culpa. Pero a pesar de que reconozca mis errores, sigo con una misma idea de que la hipocresía convive con todas las personas, más con algunas que con otras. Algunas personas prefieren sufrir el día a día y lamentarse pero como si estuvieran conectadas a ese sentimiento y no quieren dejarlo aunque puedan, sé que los seres humanos estamos unidos al masoquismo... "cuanto más sufro, más me gusta". No soy una persona que usualmente tenga malos sentimientos, pero últimamente me desconozco en el sentido de guardarle rencor. Solamente no quiero saber nada más y no es por cobardía, es por evitar que esto aumente.
Si eston infectada con esta cruda enfermedad, conozco un antídoto: Viajar. Viajar libera mi alma y mi persona, consigue sacar una de mis mejores sonrisas permanentes. Abrir la ventana del autobús y sacar mi mano, entre la velocidad y el dulce aire que corre en sentido contrario y choca contra mi mano y entra por la ventana golpeando mi cara, puedo cerrar los ojos y sentirme la persona más pura y libre de todo el planeta... imaginando cayendo desde lo alto de una nube hacia la tierra, con el aire en mi cara, mi pelo reboloteando mi una extraña sonrisa permanente. Eso es felicidad, señores!
Siente el aire puro que corre lejos de la ciudad...
martes, 18 de marzo de 2008 | Escrito por Fiorella a las 19:42
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1 comentarios:
Esa sensación de sentir el aire en tu cuerpo es lo máximo, aún recuerdo cuando hacia esos viajes por la panamericana en la parte trasera de una camioneta y parado seee!! libertad absoluta!!, aunke a veces no resistía muxo u_u
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