Lima la caotica, una ciudad difícil de adaptarme

He llegado a la coclusión de que nunca podré adaptarme del todo a la caótica Lima. Lima, la ciudad gris donde pertenezco desde hace un par de años, con sus pequeños grandes detalles que la caracteriza... que no puedo conseguir hacer parte de mi vida. No puedo conseguir adaptarme a una ciudad que me crea un sentimiento de desesperación, ganas de volver atrás, tomar un avión y regresar al lugar donde pasé toda mi vida... imposible comparar, pero Lima, no es para mí. Quizás si no hubiera conocido otra sociedad, quizás si nunca hubiera salido de Lima, me sentiría normal, como si sobrevivir fuera cosa de cada día, como si fuera fácil.

Aislarme de la sociedad para pensar que afuera es distinto, no servirá de nada por mucho tiempo. Tengo que tomar la decisión de alzar vuelo hacia otros horizontes donde encaje un poquito más. La sensación de no pertenencia, esa que llevo sintiendo toda mi vida, me dirige a pensar que tengo una misión que todavía no cumplí... no se podría decir que se trate de un caso de una persona antisocial, porque es lo contrario, soy la persona más social que existe... pero siento que no pertenezco a esta sociedad, a esta ciudad, a alguna religión... ya que siento decepción por vivir en una mentira de sociedad. ¿A eso se le llama antisocial? Si es así, a partir de hoy que me digan antisocial.

Si no fuera por el mar... si no fuera por los acantilados en Miraflores, sería casi imposible estar aquí. Ellos son el motivo de mi perseverancia, en pensar que no todo es tan malo, en pensar que tiene una parte buena estar aquí.

Lima, una ciudad donde nunca llueve... donde no hace mucho frío, que está contaminada, donde no puedo salir por ciertos incómodos inconvenientes que tengo que vivir todos los días... ¿hasta cuando?