No estás al otro lado de la Luna


Retomando una antigua costumbre, dejar registrado algunos sentimientos, lo vuelvo a hacer después de tiempo con dulces palabras encima.

Aprender a arriezgarlo todo por algo que vale la pena es un motivo para poder seguir con una enorme sonrisa en la cara que perdure durante todo el día y que supere la realidad. Soy un remolino personificado de sentimientos revueltos, tenía miedo de sentir cosas que podrían hacerme daño, desconcierto por no saber lo que pasaba, pero poco a poco me fui dando cuenta que la primavera llega igual como todos los años, y que llegará este año también. Hay tantas cosas que me gustaría... las circunstancias lo impiden de momento pero el tiempo y los sentimientos nos llevarán hacia un sueño hecho realidad. Inevitablemente ya no hay marcha atrás, atrapaste mi corazón y ahora solo late para tí... me encadenaste a tu encanto hasta que el miedo a hacerme daño ya no me importa, todo vale la pena hasta ahora, vamos a llegar hasta el infinito, porque final no existe para nosotros. Tú allá, yo aquí, amor de telepatía, pero respiramos el mismo aire... tú no estás al otro lado de la luna, estás aquí, puedo sentirte, por lo menos puedo encontrarme contigo en mis sueños, de momento hasta que nuestros mundos se enlacen completamente. Un sonido nace del silencio, unos suspiros se derraman en mi almohada, en el silencio de la noche, en un silencio donde me gustaría ser el duende que cuida de tí. Te he guardado en mis pensamientos, eres el ángel de mi cuento. Despreocúpate, guardé mi cola y mis cuernos desde el momento en que te conocí, ahora solo estoy para tí. Siempre se repite, el destino juega así constantemente, pero te prometo que nuestros futuros caminos están cruzados, ya se cruzaron y ahora mis sentimientos se perdieron en tu mundo.

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